Autora: Lula González
Desde hace años, la gestión progresista de la provincia de Santa Fe viene llevando adelante diversos programas destinados a luchar contra la violencia de género y a generar condiciones de igualdad entre varones y mujeres. Tanto en salud, en educación, como en ciencia y tecnología, la provincia se muestra como pionera y referente en la materia.
El pasado 8 de marzo, el gobernador de la provincia de Santa Fe, Miguel Lifschitz, participó de un encuentro denominado “Una Agenda de Género para la Argentina”. En el mismo dejó remarcado que en materia de políticas públicas, la provincia posee perspectiva de género y verdadera conciencia de la necesidad de su implementación. En aquel evento, el gobernador socialista remarcó la importancia de tener una perspectiva de género en la agenda que aporte al proceso de defensa de los derechos de las mujeres.
“La lucha feminista irrumpió en el escenario público de una manera, quizá sorprendente para todos, aún para aquellos que hemos apoyado esta pelea y que nos sentimos identificados con estas banderas. La Argentina del futuro merece una agenda de género y esta es la oportunidad para construirla”, sostuvo Lifschitz.
El gobernador de la provincia de Santa Fe, el tercero proveniente del socialismo luego de Hermes Binner y Antonio Bonfatti, sostuvo que “a partir de 2020 comienza un nuevo período de gobierno y debemos repensar cómo mantener viva esta agenda, que esté vigente y como puede adquirir una mayor escala en los ámbitos de decisión política: en ejecutivos y legislativos. Y esa es una tarea que hay que hacerla este año para tratar que las representaciones legislativas y de gobierno del año próximo tengan incorporada esta agenda en la mayor medida posible”.
Lo cierto es que, en materia de género, la provincia de Santa Fe marca el rumbo a nivel nacional no solo por las políticas concretas que se aplicaron como la de salud reproductiva y la enseñanza en educación sexual integral en todos los niveles, sino por su experiencia y su trabajo en la generación de condiciones de igualdad educativa, de salud y de trabajo.
El Ministerio de Desarrollo Social, a través de la Subsecretaría de Políticas de Género, diseña y monitorea políticas públicas orientadas a la construcción de igualdad entre varones y mujeres. Acompaña – ocupando un segundo nivel de intervención a Municipios y Comunas – en la tarea de prevención y asistencia hacia la erradicación de violencia contra las mujeres según la Ley Provincial Nº 13.348 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. Además, adhiere a la Ley Nacional N° 26.485. La Subsecretaría genera actividades de articulación y fortalecimiento de organizaciones de las sociedad civil y está conformada por diferentes equipos de profesionales.
En consonancia con las políticas provinciales, el gobernador Miguel Lifschitz afirmó recientemente que “La Argentina del futuro merece una agenda de género y esta es la oportunidad para construirla”.
Las principales áreas de trabajo de la Subsecretaría son la promoción de derechos ( capacitaciones en derechos de las mujeres a equipos de gestión local, organizaciones, distintos niveles y poderes del Estado), la atención y prevención de las violencias hacia las mujeres, el fortalecimiento institucional (diseño de Proyectos y acciones estratégicas hacia la autonomía de las mujeres). Además, cuenta con una Guardia de Atención Permanente: funciona las 24 horas, 365 días del año para el asesoramiento de equipos de gestión local y organizaciones de la sociedad civil.
Acciones concretas
La Subsecretaría de Políticas de Género está lejos de ser un ente burocrático sin funciones. A diferencia de otros organismos existentes en diversos puntos del país, quienes integran la Subsecretaría se han tomado en serio la tarea de la lucha por la igualdad de género. El organismo estatal, en tal sentido, lleva adelante diversos programas que ponen eje en la situación de la mujer.
El Plan de Igualdad de Oportunidades y Derechos (PIOD), quizás el marco fundamental del órgano, funciona como guía para que las políticas públicas reconozcan, promuevan y establezcan de manera integral y sostenida la igualdad de derechos entre los géneros. Tiene como elementos clave la transversalización de la perspectiva de género en la implementación de cualquier acción, política, programa o legislación que lleve adelante el gobierno provincial reconociendo las particularidades territoriales. El PIOD se basa, además, en los valores del plan estratégico provincial Santa Fe (2030) acerca de la “igualdad para el ejercicio de los derechos” y la “valoración de la perspectiva de género, la diversidad y el respeto por las minorías”. Propone acciones positivas para acortar la brecha de desigualdad de acceso a las oportunidades y derechos de mujeres y al colectivo LGTBI.
Además, Santa Fe es pionera en otra experiencia. Nos referimos a la creación de Área Mujer en Municipios y Comunas. Esta experiencia implica el acompañamiento a las gestiones locales al marco provincial de abordaje de las desigualdades que sufren las mujeres. Este programa que busca potenciar las políticas de género a escala local tiene, entre sus principales criterios, darle prioridar a municipios y comunas de mayor densidad poblacional y en los que hayan sucedido femicidios, exceptuando aquellos/as que ya cuentan con áreas y equipos específicos experimentados en el abordaje de las violencias hacia las mujeres.
A esto se le suma la creación del Consejo Consultivo para Prevenir, Asistir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, cuya función es asesorar y recomendar las acciones y estrategias adecuadas para enfrentar el fenómeno de la violencia de género. El Consejo está integrado por representantes del Poder Legislativo, Ejecutivo, Judicial; representantes de Universidades, Municipios y Comunas, Colegios de profesionales y Organizaciones No Gubernamentales involucradas en la temática. Sesiona alternadamente en cada una de las cinco regiones del territorio provincial.
Santa Fe desarrolló, además, una política en sintonía con los reclamos del movimiento feminista. Creó un Observatorio de Género que cuenta con un Registro Único de situaciones de Violencia contra las Mujeres (RUVIM). Creado por decreto provincial en 2016, en el marco del Observatorio Provincial de Violencias de Género, cuenta con la información de todos los casos que se producen en la provincia.
Pero la provincia de Santa Fe también ha implementado una serie de programas para la protección y el fortalecimiento de las mujeres en la sociedad. Entre ellos cabe destacar el programa PAR (Actoras y Autoras en proceso de participación local), el Programa de Asistencia a Centros de Día, el Programa Mujeres en Municipios y Comunas, los Cabildos de mujeres, el plan Mujeres de mi tierra (que consiste en el financiamiento para producciones culturales de mujeres santafesinas).
Además, la comunicación a través de campañas juega un rol importante, dado que permite visibilizar las diversas situaciones que viven las mujeres. En tal sentido, el gobierno llevó a cabo una serie de programas de concientización. Entre ellos se destacan:
- #NiReinasNiPrincesas: Recomendaciones a Municipios y Comunas para la no realización de concursos de elección de reinas.
- En el marco “Día de la No Violencia hacia las Mujeres” que se conmemora el 25 de noviembre, desde 2016 la Subsecretaría de Políticas de Género recomienda a todos los municipios y comunas de la provincia la suspensión de los certámenes de belleza, ya que constituyen una forma de violencia simbólica hacia las mujeres y promueven patrones estereotipados de valoración femenina.
Ya son más de 20 las localidades que han adherido y suspendido los certámenes, nutriendo así las políticas que promueven igualdad de género y que pretenden erradicar estereotipos sexistas que ponen en valor rasgos vinculados a las características de belleza física, que se refieren a las mujeres como objetos y replican patrones estereotipados, mensajes, valores, iconos o signos que transmiten y reproducen dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad.
A estos programas se le suma el #NoMeMueroMásPorVos , una campaña para vivir libres de violencias.
El organismo provincial también apuesta a colaborar en la construcción de una comunicación y práctica periodística inclusiva no sexista desde una perspectiva de Derechos Humanos; hacia el fin de las discriminaciones y en la búsqueda de igualdad de oportunidades entre varones y mujeres. Además, la Subsecretaría gestiona con los municipios la “Red de Casas de Protección y Fortalecimiento de Mujeres en riesgo de vida motivada por violencias de género”. Se busca, de esta manera, dar respuesta al alojamiento transitorio de mujeres, sus hijos e hijas, en situación de riesgo de vida motivada por violencias de género. La Red aporta al cumplimiento de la legislación nacional, provincial e internacional con rango constitucional vigente vinculada a los derechos humanos de las mujeres.
Salud y educación con perspectiva de género
Educación
Recientemente en un encuentro de diálogo y reflexión denominado “Una Agenda de Género para la Argentina”, la ministra de Educación, Claudia Balagué expresó que en Santa Fe la Educación Sexual Integral (ESI) se aplica totalmente. “Particularmente con la ley de Educación Sexual Integral, venimos trabajando hace diez años, tanto en formación docente como en el trabajo con los centros de estudiantes en donde, de los 400 centros conformados en las distintas escuelas de Santa Fe, el 49 por ciento son presidentas de centro. Es decir, el protagonismo es de la mujer en todos los ámbitos y desde allí se va construyendo con distintas modalidades y con distintos lenguajes”, afirmó la ministra de Educación.
Asimismo, la ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación de Santa Fe, Erica Hynes, hizo referencia al programa de género que su gabinete tiene diseñado para atender a las acciones que realiza: “Contamos con políticas específicas para promoción de la ciencia y la tecnología con esta mirada. Nuestras capacitaciones, además, buscan rever la construcción del conocimiento, que debería contar con un enfoque de género, para no ser sesgada y no cometer errores, porque todas la tecnologías que van a usar los seres humanos tienen que tener una mirada de género porque sino sencillamente corren el riesgo de ser de mala calidad”.
Santa Fe no solo cumple con la enseñanza de los contenidos de la Educación Sexual Integral (ESI), sino que sus ministerios de Educación y de Ciencia y Tecnología tienen programas con perspectiva de género que atraviesan todas las áreas ministeriales.
Las políticas públicas de salud implementadas en la provincia de Santa Fe son reconocidas a nivel internacional y se encuentran a la vanguardia en todo el territorio nacional. Entre ellas se pueden destacar dos de índole sexual y reproductiva: la implementación del parto respetado y la Interrupción Legal del Embarazo (ILE).
Rosario y el parto respetado
La ciudad de Rosario, pionera en políticas públicas progresistas dentro de la provincia de Santa Fe y a nivel nacional, es referente en prácticas de parto respetado y de maternidades seguras y centradas en la familia. Este reconocimiento se enmarca en la larga trayectoria de una política de Estado que garantiza derechos a través de la red de servicios públicos en salud, no sólo curando sino cuidando, alojando y acompañando a cada ciudadano y ciudadana.
¿De qué hablamos cuando hablamos de parto respetado? ¿Es acaso una nueva metodología innovadora en la medicina?
El Doctor Gustavo Baccifava, jefe del Departamento de obstetricia es considerado dentro del ámbito médico como verdadero militante del parto respetado. Junto a él Marcos Bosco, Jefe de clínica tocoginecológica y el doctor Enrique Mesa, Jefe de cirugía tocoginecológica, buscan que la modalidad del parto respetado sea considerado una realidad y no una “tendencia” como lo hacen ver algunas publicaciones de la prensa que “lo ven como algo insólito”, todos los días estos profesionales buscan acercar y naturalizar que el buen trato debe dejar de ser algo inédito para convertirse en una realidad.
Los médicos saben que existen reticencias y cuestionamientos por parte de la medicina hegemónica, también saben que el modelo es único en el país y a pesar de las críticas y prejuicios, saben que las estadísticas y números están de su lado y respaldan este trato con información dura. “No se trata de nada hippie como quieren hacerlo ver eh, se trata de resguardar los derechos de las mujeres. De humanizar la atención, algo tan básico como eso” sostiene Mesa.
Y agrega: “No hay métodos ni técnicas nuevas, como se cree realmente en el imaginario. Se debe concientizar y esto no debería ser tomado como algo pintoresco. Tomamos el nacimiento como un hecho natural fisiológico que trae con cada mujer su impronta emocional, social y cultural. No intervenir directamente con medicamentos rutinariamente, no hacerlo si no es necesario.
El parto respetado encierra la idea de parto humanizado. Se fundamenta en la valoración del mundo afectivo-emocional de las personas, donde cada intervención del sistema de salud impacta de manera diferente en la mujer-sujeto que recurre a la ayuda, acompañamiento y cuidado de un equipo profesional.
“La medicina hegemónica tiene conceptos equivocados o que ya quedan antiguos. Por ejemplo casi toda mujer embarazada que ingresa se las acuesta en una cama arriba, se le coloca un suero, se le administra una medicación denominada oxitocina que es una hormona sintética, un químico, se le rompe las bolsas de agua rutinariamente, se le hace una episiotomía ( una técnica que se lleva a cabo durante el parto y consiste en realizar, con un bisturí o tijeras, un corte de entre 1 y 3 cm, desde la vulva hacia el ano para agrandar el canal vaginal. Este procedimiento quirúrgico se realiza por varias razones, como evitar desgarros perineales graves, acelerar el proceso del parto y prevenir complicaciones en el feto, por ejemplo que nazca con falta de oxígeno o daños cerebrales, ya que podría quedarse enganchado por los hombros en el canal del parto o darse el caso de que no pudiera salir la cabeza; también se realiza si el bebé viene de nalgas) que es una mutilación genital. Es básicamente una medicalización del nacimiento, una asistencia tecnocrática a todas por igual, como si las mujeres serían una línea de montaje. Eso es lo que tuvimos que revertir porque asi lo dicen las recomendaciones internacionales, lo protege un marco legal establecido y además es ético, ese camino tuvimos que desandar en nuestra comunidad”, afirma Enrique Mesa.
El Área de Atención de la Mujer del hospital Roque Sáenz Peña se inauguró en julio del 2017. Los resultados son “tan buenos y contundentes” que desde la secretaría de Salud municipal analizan, en el mediano y largo plazo, llevar esta política pública a otros centros de salud de la ciudad. Maternidades de otras provincias han hecho consultas sobre esta experiencia y vienen a estudiar el modelo que llevan adelante.
“Es básico respetar los tiempos de cada mujer, cada una atraviesa un proceso único. Sabemos que es necesario respetar las emociones que atraviesa la parturienta. Muchas veces eran maltratadas por gritar y esa expresión puede significar desde una reacción a algo físico pero también algo emocional” cuenta el doctor Bosco.
La ciudad de Rosario, pionera en políticas públicas progresistas dentro de la provincia de Santa Fe y a nivel nacional, es referente en prácticas de parto respetado y de maternidades seguras.
La visión de los profesionales de la salud del Hospital Saenz Peña buscan disminuir la cantidad de cesáreas y fortalecer el apego inmediato entre la madre y el recién nacido con contacto “piel con piel” esas primeras horas, son claves para el bienestar del recién nacido.
Informes de organizaciones internacionales como Unicef e incluso del Ministerio de Salud de la Nación lo avalan: los primeros 60 a 90 minutos posteriores al nacimiento son “de oro” y ese contacto piel con piel no sólo ayuda a los bebés a tolerar mejor la angustia de la separación y a sentirse más seguros sino que les ayuda a estabilizar la respiración y la presión, reduce las hormonas del estrés, evita la hipotermia y ayuda a “prenderse” de la teta, incluso muchos bebés en ese momento ya lo hacen de manera instintiva.
Según los números, el 74% de los 2.140 nacimientos fueron a través de partos naturales solo el 18% ha recurrido a cesarea en el Roque Saenz Peña. El porcentaje de cesáreas está muy por debajo a los registrados en clínicas privadas del país, que en muchos casos supera el 60 por ciento. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el porcentaje de cesáreas no debería superar el 15%.
Rosario, Santa Fe y la interrupción legal del embarazo
La ONG Amnistía Internacional calculó un promedio de 450 mil abortos clandestinos por año en base a un informe realizado por dos demógrafas desde el año 2005. Se llegó a ese número mediante un cálculo estimativo a partir de la combinación de datos oficiales con trabajo de campo.
“En la Argentina nunca hubo una forma de medir la cantidad de abortos inducidos”, aclaró una de las autoras del informe, Silvia Mario, investigadora en el Instituto de Investigaciones Gino Germani (UBA) y en el Centro de Estudios de Población (CENEP), en una investigación del portal Chequeado. Pero a contramano de lo que sucede a nivel nacional, en Santa Fe existen números claros respecto a esta práctica.
En Rosario, según los números oficiales, desde el año 2013 no se registraron muertes de mujeres por aborto en los centros de salud y hospitales municipales de la ciudad. Esto es producto de la aplicación de educación sexual integral, el acceso a métodos anticonceptivos y la aplicación del Protocolo de Interrupción Legal del Embarazo. Los protocolos locales permiten tener estadísticas mucho más confiables que en otros distritos del país, aseguran desde el Palacio de los Leones.
En 2012, el municipio “cambió la modalidad de atención”. Empezó a comprar Misoprostol como insumo y a realizar la técnica de aspiración manual endouterina (AMEU). Desde entonces, no hubo más muertes por causas obstétricas –donde se consideran aquellas vinculadas al aborto–, ni por complicaciones.
En el año se practican entre 500 y 600 prácticas de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) en la salud pública local. Sólo el 30% requieren de una internación, cuando tiempo atrás debía hacerse en la totalidad de los abortos.
Esta intervención se realiza siempre que esté en “peligro la salud de la madre”, ya sea por cuestiones psíquicas, emocionales o sociales. El protocolo local permite abordar muchos casos que son rechazados en otras partes del país. “Es una interpretación avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las formas de enfermar y morir tienen condicionamientos sociales subjetivos y biológicos”, afirmó el secretario municipal, Leonardo Caruana. “Los números son claros y contundentes. Nos permiten saber con exactitud dónde estamos parados”, explicó orgulloso el mismo funcionario.
Políticas de género que se hacen efectivas
El último discurso de la intendenta Mónica Fein en el Concejo Municipal tuvo una fuerte impronta de género. “Sepan que no vinimos a la política a ser testimoniales, no estamos para completar lugares porque los obliga una ley o a ser meras estrategias de marketing. Vinimos a la política a transformarla, a mirar la realidad de un lugar diferente, y no vamos a parar hasta que se nos respete el rol que merecemos”, dijo desde su lugar de mujer.
Pero además hubo un anuncio de peso: la intendenta firmó un decreto que prohíbe el ingreso a la planta municipal, la adquisición de chapas de taxis, y la realización de contratos o pasantías a todas aquellas personas que hayan sido condenadas o posean denuncias penales por violencia de género pendientes de resolución.
Además, en el discurso, defendió el paro y movilización del 8M, Día Internacional de la Mujer, y se refirió a dos logros de la gestión socialista: “Hemos terminado 2018 con la tasa de embarazo adolescente más bajo de los últimos 30 años, por debajo de la media nacional e internacional”, y “en los últimos 7 años no ha muerto una sola mujer por abortos clandestinos” en la ciudad.
La de Rosario es una experiencia clara de que se puede gestionar con perspectiva de género. Y Santa Fe, cuyo gobierno provincial sostiene esas mismas prácticas, demuestra que también es posible replicar esa política. Las políticas públicas no pueden permanecer ajenas a las demandas de las mujeres. Hay dos lugares en Argentina que son un modelo claro al respecto.
Sobre la autora : Lula González estudió la carrera de Relaciones Internacionales en la Universidad Católica de Salta. Desde hace años, se desempeña como periodista. Ha realizado coberturas sobre temáticas de género para medios internacionales, destacándose su participación en plataformas de Francia y Chile. Es colaboradora de la revista Anfibia y del diario Infobae.